El empleo de códigos a lo largo de la historia ha sido frecuente, a veces para encriptar mensajes (código enigma), o simplemente para facilitar su transmisión a largas distancias (código morse). El uso del código binario no es reciente y ya en los años cincuenta, grandes empresas norteamericanas utilizaban tarjetas perforadas para realizar listados y cálculos de contabilidad. Éste código solamente tiene dos números (el 0 y el 1) y nos resulta extraño ya que estamos acostumbrados al sistema decimal compuesto de diez números diferentes (del 0 al 9). El ordenador utiliza el sistema numérico binario basándose en un código o programa que le sirve para recibir, interpretar y ejecutar los datos. Todos los programas, instrucciones, textos y órdenes que introducimos en el ordenador, éste las recibe en código binario como una cadena de ceros y unos. Cada cero (“0”) y cada uno (“1”), representa un “bit” de información. La palabra “bit” constituye el acrónimo de Binary DigIT, que significa “dígito binario”.
Aunque os siga pareciendo un código raro y complejo, fue el elegido para representar la información que se procesa en un ordenador. La razón fundamental es la sencillez a la hora de representarlo físicamente. En una tarjeta de memoria, los bits son almacenados mediante interruptores electrónicos (activados o desactivados), en un disco duro mediante señales magnéticas (norte o sur) y en los DVDs mediante una serie de muescas. En todos estos ejemplos, se observa la correlación con el lenguaje binario.
Falta comentar como se transmite la información en binario por los cables y placas electrónicas. Por un acuerdo conjunto entre los ingenieros y científicos, se le asignó al dígito “1” la existencia de un pulso eléctrico y al dígito “0” la no existencia de pulso eléctrico. Por tanto, para el ordenador sólo existen dos estados físicos que le permiten comprender las órdenes o instrucciones antes de ejecutarlas: “la existencia de pulsos eléctricos o la no existencia de ellos”.
Falta comentar como se transmite la información en binario por los cables y placas electrónicas. Por un acuerdo conjunto entre los ingenieros y científicos, se le asignó al dígito “1” la existencia de un pulso eléctrico y al dígito “0” la no existencia de pulso eléctrico. Por tanto, para el ordenador sólo existen dos estados físicos que le permiten comprender las órdenes o instrucciones antes de ejecutarlas: “la existencia de pulsos eléctricos o la no existencia de ellos”.
Para comprender mejor y de una forma visual en qué consiste el código binario, os animo a que veáis este sencillo y didáctico vídeo donde se utilizan lámparas para representar los valores de los bits.
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